Niños en el campamento de desplazados de Ladan (Dollow, Somalia), este 1 de mayo.

Niños en el campamento de desplazados de Ladan (Dollow, Somalia), este 1 de mayo.© AYENAT MERSIE (Reuters)

 

 

Un millón de personas se han quedado sin hogar por cinco estaciones consecutivas de sequía en Somalia.

Los somalíes, que sufren la destrucción de sus cultivos y la pérdida de cuatro millones de cabezas de ganado, luchan contra viento y marea para vencer la creciente hambruna. Muchos de ellos se dirigen a los atestados campamentos de desplazados y asentamientos ilegales en la capital, Mogadiscio. Uno de ellos es Tabeellaha Sheikh Ibrahim, a las afueras de la ciudad, donde han buscado refugio 600 familias que intentan escapar de la sequía y la guerra civil en las regiones meridionales y centrales del país.

Como es habitual en Somalia, no hay ayuda disponible —ni de las agencias de ayuda humanitaria ni del Gobierno— para las mujeres, los niños y los ancianos hacinados en refugios improvisados en el campamento.

Casi cinco millones de somalíes pasan hambre y se prevé que 1,8 millones de niños menores de cinco años sufrirán desnutrición aguda este año, por lo que la gente en Tabeellaha Sheikh Ibrahim recurre a medidas cada vez más desesperadas para llevarse comida a la boca.

Algunas madres están haciendo que sus hijos enfermen deliberadamente para poder llevarlos a centros de salud administrados por el Gobierno en la ciudad, donde existe la posibilidad de obtener alimentos terapéuticos gratuitos.

Por lo general, alimentan a la fuerza a sus hijos con agua mezclada con detergente o sal. “Enveneno a mis hijos para sobrevivir”, confiesa Maceey Shute. “Tengo seis niños, y esta es la única forma en que puedo conseguir comida. Los debilita y les da diarrea acuosa”. Ella lleva a los niños enfermos al hospital de Banadir, con la esperanza de conseguir galletas y gachas enriquecidas con nutrientes, y luego guarda el resto para alimentar a su familia o vende algunas.

Ningún trabajador humanitario ha visitado a las familias en Tabeellaha Sheikh Ibrahim, no se ha distribuido ayuda y no hay dispensarios. Con los niveles actuales de financiación de la ayuda internacional, solo se llegará a la mitad de las personas necesitadas en Somalia entre abril y junio.