La divertida escaramuza tuvo lugar en el restaurante Surtidora Aves 22, ubicado en el municipio de Mosquera, Cundinamarca.

Todo comenzó cuando la valiente cliente, Luz Dary Ramírez, quedó con medio rostro amoratado después del altercado. Según ella, salió a almorzar con su adorable hijo, quien tiene una condición especial. Después de ordenar su comida, decidieron pedir un plato adicional, ya que el que les sirvieron inicialmente era bien pequeño. Fue entonces cuando la dueña del establecimiento soltó un grito desafiante.

«¿Para qué viene a comer aquí si no le gusta nuestra deliciosa comida?», exclamó, según cuenta Luz Dary. La discusión subió de tono con intercambio de palabras desafiantes y, para sorpresa de todos, el hijo de la propietaria entró en acción y le propinó un golpe a la clienta.

Por su parte, la dueña del restaurante sostiene que ella fue la verdadera víctima del suceso. Con un ojo morado y un collarín ortopédico, relata su versión de los hechos, afirmando que la señora Luz Dary fue la primera en agredirla. «Me golpeó tan fuerte que me dejó tambaleando. Fue entonces cuando mi hijo la agarró y le dio duro», declaró con gesto dramático.

La situación no quedó ahí, ya que la propietaria afirma haber recibido amenazas por parte de uno de los hijos de la señora Luz Dary. Además, asegura haber sido víctima de intentos de extorsión, donde le exigían la suma de 1 millón de pesos diarios bajo el pretexto de que la señora se encontraba en estado de coma…

Ambas mujeres no se quedaron de brazos cruzados y presentaron denuncias penales en su contra, dando inicio a un inusual conflicto legal que dejará huella en los anales judiciales.

¡El ajiaco, la gastronomía y los puños se unen en una trama digna de una comedia surrealista!