Una larga fila de taxis a la espera de repostar en La Habana (Cuba), en plena Semana Santa.

Una larga fila de taxis a la espera de repostar en La Habana (Cuba), en plena Semana Santa.© Yander Zamora (EFE).

En Cuba la  situación se pone cada vez peor. Luego de meses de apagones debido al pésimo estado del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), en los últimos días una nueva crisis de abastecimiento de combustible ha paralizado el transporte público y privado en Cuba, provocando colas kilométricas en las gasolineras y escenas delirantes, como la de cientos de choferes y taxistas durmiendo en sus vehículos durante varios días a la espera de un camión cisterna que nadie sabe cuándo llegará. Son las llamadas “colas fantasma”, que la gente hace a cuenta y riesgo en los alrededores de los  servicentros que despachan gasolina y diésel, pero solo por si acaso, sin seguridad alguna de que finalmente se produzca el milagro de recibir algo de combustible.

Para matar el tiempo y el aburrimiento, algunos hasta juegan al dominó bajo un árbol.

Los ciudadanos dicen al respecto:

“Estamos peor que nunca. Uno ya no sabe para dónde mirar”, dice Manuel, dueño de un Lada ruso que tiene más de 40 años rodando por las calles de La Habana. Es Sábado de Gloria, y Manuel habla en la fila con otros dueños de coches. Entre ellos comentan que antes se han vivido otras crisis similares y que al final la situación se ha normalizado.

“Esto no puede seguir así, sin abastecimiento de combustible no se puede estar mucho tiempo, porque si no todo colapsa”, dice el interlocutor más optimista. Piensa que, como en otras ocasiones, las autoridades acabarán “por resolver un barco de petróleo en algún lado” y que esta nueva crisis también pasará.

VÍA: EL PAÍS