En un trágico suceso ocurrido en la cárcel de alta seguridad de Palo Gordo, se revelaron detalles perturbadores del feminicidio perpetrado por un recluso hacia su pareja sentimental. Ronal Torres Vega, de 39 años, confesó haber asesinado a Yenny Paola Correa Medina, de 37 años, a quien había estado unido en matrimonio durante 16 años. Utilizando un arma de fabricación carcelaria, Torres Vega le infligió 14 heridas mortales. Previamente, el agresor había amenazado a su propia familia, lo cual añade una inquietante dimensión a este grave incidente.

Ante un juez de garantías, un fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional Santander formuló cargos de feminicidio agravado contra Torres Vega, quien aceptó su responsabilidad en el crimen. La pareja tenía una hija adolescente en común, lo que agrega una capa adicional de preocupación a este trágico caso.

Durante su confesión, Torres Vega admitió haber utilizado un arma cortopunzante para segar la vida de Correa Medina. Marisol Ramírez, directora de Fiscalías en Santander, destacó la importancia de esta confesión para esclarecer homicidios en Colombia, ya que representa una tasa de resolución superior al 90%.

El incidente tuvo lugar durante una visita conyugal en la prisión de Palogordo en Girón. Torres Vega salió de su celda y se dirigió hacia la zona de visitas, donde Correa Medina le esperaba. En un giro inesperado de los acontecimientos, el agresor sacó un arma cortopunzante casera y la atacó en el cuello.

Correa Medina, originaria de Bucaramanga, estuvo casada con Torres Vega durante 16 años. Se especula que él la amenazó con hacer daño a su familia si se negaba a visitarlo, una afirmación respaldada por la Fiscalía de Santander. Una de las hermanas de Correa Medina confirmó las constantes amenazas y añadió que incluso la amenazó con dañar a su hija para obligarla a realizar las visitas.

Según un familiar, el ataque se llevó a cabo con un hueso de pollo afilado, lo que lo hizo aún más letal. La mayoría de las heridas se concentraron en el cuello de Correa Medina. Este mismo familiar sugiere que los celos podrían haber sido el detonante de este acto violento.

Torres Vega ya cumplía una condena de 23 años por homicidio agravado y porte ilegal de armas, derivados de incidentes ocurridos en 2017. Al aceptar los cargos de feminicidio agravado, ahora se enfrenta a una pena de entre 21 y 41 años sin posibilidad de reducción. La familia de Correa Medina, además de buscar la máxima pena para el agresor, exige respuestas al INPEC sobre por qué no se garantizó adecuadamente la seguridad de Correa Medina durante su visita a la prisión. Hasta el momento, no se han recibido explicaciones al respecto.