La historia de dos hermanos enamorados: quieren casarse y ya tienen dos hijos

Ana y Daniel Parra son hijos del mismo padre.© Instagram: @anaparra_bcn

 

Ana Parra y Daniel Parra compartían el mismo padre, pero nunca se habían visto.

Ana decidió agregar a Daniel en Facebook a través del perfil de otra persona, iniciando así su historia de amor. Después de conversar, Ana le reveló a Daniel que era su hermana, nacida de un matrimonio anterior de su padre. A pesar de los años que pasaron alejados el uno del otro, formaron un vínculo estrecho y, eventualmente, se mudaron juntos. Su amor puro, apasionado y genuino fue evidente para quienes los rodeaban, y su relación llegó a un nuevo nivel cuando Daniel la besó en público durante una noche de fiesta familiar.

¿Amor prohibido?

A pesar del miedo a las críticas y los tabúes, nunca pudieron negar lo que sentían. Aunque intentaron separarse varias veces, fue en Londres donde finalmente formalizaron su relación. A su regreso a España, se enfrentaron a la sociedad y a sus propias barreras morales para proclamar su amor.

«Si lo piensas, nuestra relación es como cualquier otra excepto por un libro de familia que dice que somos hermanos de sangre», afirmó Daniel en una entrevista con el Diario ‘El Español’.

Después de hacer pública su relación, vinieron las entrevistas en televisión, el encuentro con su padre, que había abandonado a Ana de niña, y la ampliación de su familia.

Consultaron a varios ginecólogos sobre los riesgos de tener hijos con lazos de sangre, pero descubrieron que el riesgo de enfermedades recesivas era solo un cuatro por ciento mayor que el de cualquier otra pareja.

Sin embargo, su primer embarazo trajo consigo una gran tragedia. A pesar de la felicidad que les trajo la noticia de que esperaban gemelas, una de las bebés murió debido a un coágulo de sangre, que según explicaron, no estaba relacionado con su parentesco.

 

Actualmente, Ana y Daniel tienen dos hijos de cinco y tres años de edad, quienes acuden a un colegio regido por el estilo Montessori. Con una familia conformada y muchos miedos enfrentados, solo les queda un obstáculo más por superar: el matrimonio.

Les queda un nuevo desafío, ¿El matrimonio?

Ana y Daniel enfrentan un nuevo obstáculo en su relación: el matrimonio.

La prohibición del Código Civil español sobre el matrimonio entre parientes directos les impide formalizar su relación en su país natal, aunque el incesto no es considerado un delito desde 1978.

Aunque podrían casarse en Suecia, la pareja no está dispuesta a asumir el alto costo financiero y temporal que implica el viaje. Lo único que desean es poder formalizar su relación de casi una década y vivir su amor con libertad, alejados de los tabúes y los estereotipos de la sociedad.

«Las sociedades deben avanzar y no anclarse en tradicionalismos. A los homosexuales tampoco les dejaban casarse y ahora sí pueden. Nosotros nos amamos y eso es lo que debería prevalecer. No hacemos daño a nadie. Por eso, queremos que la gente conozca nuestra historia de verdad», concluyó Ana en una entrevista con ‘El Español’.